Y aquí vamos una vez más tratando de recuperar el estilo, tratando de escribir y tratando de relatar todo lo que le pasa a este muerto viviente… ¿alguién lo leerá? No se… sólo queda esperar volver al viejo ejercicio mental perdido, porque el físico está perfecto.
Ya van siete meses desde que dejé mi vida caótica en la Capital para escapar y para reencontrarme conmigo, ¿se ha logrado?, claro que SI!. Ahora un Happy más maduro piensa y actúa. Desde que salí de Bogotá y Cali he recorrido algunas ciudades y de cada una he aprendido algo, Lima, Buenos Aires, Auckland, Sydney, Brisbane, Gold Coast, Towoomba y finalmente Melbourne. He dormido en diferentes camas, probado platos que ni sabía que existían, conocido gente de países lejanos, conocido amigos para siempre y reencontrado amigos que han sido más que eso, que han sido una familia. Aquí en donde entran los dos protagonistas de esta novela, La Umpa y Pit.
La Umpa la conocí hace algunos años mediante su mejor amiga trabajando en La Revista, fuimos muy amigos pero acá me brindó ese apoyo que siempre encuentro como el de Jlo, Simona, o sencillamente La Madonna, esa sensación de que tienes una mamá que está pendiente de ti, no una hermana, hay que saber diferenciar, hermanitas tengo muchas, igual de locas que yo, por nombrar algunas La Cooper, Toy, Anyelik, Cata Sexy, La Anciana, Hoffenz, La Petite, Giova, Sol, Molida, La Polola, La Negra, La Pollo, La Prima, Cata Loca, Yoshi y más… ella es más como una madre. Me ha dado ese apoyo incondicional que no esperas de alguien que no ves hace años… ha sido mi amiga, mi confidente, mi parcera y mi mano para todo. Junto con ella está su novio
La Umpa es una nena llena de vida, alegría y locura, su energía vibra por todos lados, se hace sentir cuando está feliz, emocionada o triste, es una explosión de vibraciones. Pit, el más sollado y bacano de los australianos, sólo que no es australiano se ha convertido en mi amigo de charlas nocturnas y desvariadas, de conversaciones con y sin sentido, de secretos, de dudas existenciales, de explicaciones personales y de compinchería etílica, él y la Umpa son mis parceros de aventuras en el Down Under.
De mi vida se puede decir que ha cambiado un poco en estos meses, ya no me siento tan Nené, ya me siento más adulto, más serio, más puesto con los pies sobre la tierra. Ya tengo las cosas claras y ya se que quiero hacer con ella. Mis días transcurren entre la Escuela y mi trabajo en un restaurante. Una que otra noche me dejo llevar por la locura de Melbourne y ya sea con La Umpa o Pit o con alguien salgo a devorarme uno que otro sitio… pero ya no como antes, todo lo que pasa por acá es calma.
Por el momento eso es lo que pasa… más adelante seguiré escribiendo sobre Melbourne, mis amigos, los locos y locas de esta ciudad, mis roomates y sobre todo…. Siempre desde McCafé en Bourke Street.
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